martes, 21 de enero de 2014

La guinda del pastel

Es curioso cómo a pesar de no buscar una relación ahora mismo, siempre busco unas facetas determinadas que la puedan provocar. Me explico.

He ido conociendo alguna que otra gente desde que estoy libre de ataduras sentimentales y siempre me han atraído los chicos con los que ha habido una complicidad determinada, con los que en otro momento de mi vida podría llegar a enamorarme a pesar de no ser capaz de estarlo ahora. Claro que a veces la libido y el morbo te juegan malas pasadas, o no tan malas, pero eso no deja de ser una diversión mutua y consentida por las dos partes (o las partes que haya, que aquí cada cual es libre), que no interviene en la ecuación anterior. El sexo es la guinda del pastel, estamos de acuerdo, pero la guinda cae sola y el pastel sigue estando igual de bueno. Nunca mejor dicho.

Supongo que al final te acabas rodeando de personas con unos gustos, unos objetivos o unos intereses semejantes a los tuyos. Que los polos opuestos difícilmente se atraen.

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